De estraperlo traigo el sabor
de los amores amargos,
quien sera el valiente de saborearlos,
Quien de cocinarlos,
quien de guisarlos y confitarlos.
En hondos platos se desmenuzan
los órganos del amor,
¿quedan tostones para camuflar el dolor?
En enormes cocinas hierven
los huesos del lacayo,
para hacer un caldo con sus manos.
lunes, 23 de marzo de 2009
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