!Que fuerte, la entrega de tus brazos¡
!Que involuntario el movimiento del cuchillo¡
En cada ciclo lunar lamentos y auxilios;
se mira y no hay nada en el espejo,
un terreno sesgado es su pecho.
Cristales rotos;
labios ensangrentados,
en cada mano un cementerio;
y un invierno de sufrimiento
tras su veneno.
El dijo:
Que fuerte es la entrega de sus brazos.
ella dijo:
Que involuntario el movimiento del cuchillo,
señor letrado.
holaa
ResponderEliminarme encanta este poema, es precioso aunque me gusta mas el que dejaste en mi blog jeje
besos
tus poemas son bellsimos!
ResponderEliminarsigue q me encantan
besos