Unete a un sueño,
pegate a una idea,
escucha el sonido que te altera,
coge esa llamada que esperas.
Interpreta los inquietantes sueños,
esos que te martirizan,
escupe en el suelo
que tu misma limpias.
Ficha todos los días en la oficina,
atreverte a mirar a ese joven,
mira lo que se marca en los pantalones,
y consolarte con las caricias de la almuada.
Piensa que la gravedad es una dictadura
que se ejerce sobre las cosas
muertas y vivas por igual;
eso se dice que es una ley física.
Las estrellas terrenales,
como las estelares,
tarde o temprano se convierten
en enanas blancas,y marchitas.
Abre las paginas de ese libro
que olvidaste,y un día empezaste,
ese que nunca acabaste;
hoy puede suceder algo interesante.
excelente deducción y conclusión.
ResponderEliminarun abrazo