miércoles, 11 de febrero de 2009

DE LEGAJOS Y GLACIALES

Que quemen mi cuerpo
que lo tiren en el escombrado
en cualquier solar desamparado,
que asome el olor
por debajo de la puerta,
que me recojan
de los cartones del olvido,
pero mantener las ascuas
el alma consumida,
del lamento suicida,
del amor en la horma del zapato,
puede que el amor no sea necesario
pero si los legajos que deja a su paso,
no olvides de donde proviene
el árbol que calienta hoy tus manos,
porque vivir es solo necesario
y no haber existido
es como no haber vivido,
derrite los glaciales
de mis oscuras lágrimas
y destila el sabor de mis palabras,
y tendrás un buen caldo
para alimentar las alimañas.

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