Déjeme acariciarte lentamente
comprovar lo sublime que eres,
olvidar que te he querido
para saber que te sigo queriendo,
así te quiero tan enorme
y presente como el universo,
tan solitaria y perversa
tan humana e imperfecta,
tan lejana como un sueño.
Déjeme juntar los fragmentos
de la cerámica de los sentimientos,
da me el tacto suave,
da me el paisaje curvo de tu cuerpo,
da me el sonido cálido de tus silencios,
da me tu piel extensa
para el recorrido de mis besos,
y no dejes solo tu olor en las sabanas
cuando te largas.
miércoles, 11 de febrero de 2009
LEJANA COMO UN SUEÑO
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