jueves, 26 de febrero de 2009

Yo que estaba de pasada
me amorre a la fuente
cuando no había agua suficiente;
de tu boca al abrevadero
es un terreno seco,
un desierto de cascabeles,
un interés forzado por mis bienes,
que mala suerte tienes
no tengo ganado ni reses,
desde aquí hasta mis pies
es lo que me pertenece,
y no tienes oro suficiente
para comprar lo que quieres,
tu capricho te entretiene,
eres sombra que aborrece,
adiós ya llamare si me parece.