viernes, 17 de abril de 2009

Bella piedra

Bella piedra, amatista sin pulir,
así poco puedes lucir,
poroso trozo de mármol sin esculpir;
solitario cuerpo de mujer
sin unas manos que aprecien
sus curvas y formas;
hay de quien dibuje
tus contornos al oleo,
un imperio por tus ojos
y un poema por cada beso
que aflora de tus labios,
un hombre muerto
por cada uno de tus enojos.
Quien beberá las aguas
en las que se deshace tu cuerpo,
quien encenderá el fuego que traes,
calor de hogar en tus brazos
no quiero,
es fuego a la intemperie
lo que busco,
a mil pies de altura amarte
y a la tempestad arrastrarte,
en tu lagrimal rotas gotas de placer,
en tus curvas el balanceó
de un velero;
entre mis dedos las dunas
del los desiertos del deseo,
un temblor en el suelo
como si nuestros cuerpos
fueran el epicentro,
¡eso si que es un temblor¡
lo demás apenas un quiebro
por quien doblan las campanas;
si no es por ti amor mio.