Su playa es una curva de mujer
acariciada por una lengua de agua,
la luna sonríe en su espejo marino,
desnudo dentro de su brillo
ojos que miran atrevidos,
amantes que buscan escondrijos,
mirones que se bajan los calzoncillos.
Días acostumbrados a sus sombras
sombras que se escapan de las alcobas,
sinuosa es al curva de la serpiente,
la arena entre los dedos
como el amor se escapa,
no te impacientes cielo
no te precipites al infierno.
Aquí el amor cuelga de los sueños,
como espejos que acarician a la bailarina,
que los besos pulan nuestros cuerpos
en un acto corrosivo de imaginacion,
que las caricias desgasten los bultos
que me dieron de niño,
que el amor no sea en único sentido.
Perderme en la playa de esa mujer,
besar a la luna y su ombligo,
que miren los que sean atrevidos
pues aquí el amor olvido sus cuchillos,
y acambio encontró el ultimo aliento,
el grito enjaulado en un suspiro,
encontró a la caricia sin su guante.
Encontró las durezas de la naturaleza,
la firmeza de la piel tersa,
de aquí no escapas aunque te quedes quieta reina,
tropezaste con la determinación de los amantes,
se abrió la caja de los fuegos estelares,
los cuerpos no quieren saber nada de este mundo
solo quieren el sabor del uno al otro
