martes, 6 de enero de 2009

Su cuerpo aparecio
como un rayo de luz
entre las tinieblas,
su aroma resucito
las flores malditas
que rodean mi corazon.

como una llama en invierno
como un suspiro al viento,
asi de efimeros fueron sus besos,
y su humedad fue la unica
que acaricio mi cuerpo,
y que bajo por mi garganta
hasta mi pecho.

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