miércoles, 4 de marzo de 2015

Sufrir, vivir y crujir; reza el epitafio,
con tu tronco retorcido
y las ramas tocando suelo,
Con ese ánimo te presentas.

Ni amantes,ni poetas, ni niños
volverán a darte el coñazo, 
ya podrás ir con tu astro amado,
subiendo por el cerro a lo mas alto.

Ya te dobla el viento el espinazo,
no aguantaras otro incendio...
ni veras muchos mas inviernos.

Te acuerdas de aquel dos de mayo,
Y de aquella infame noche
que golpearon aquellos muchachos...
Hay si contaras lo que sabes.

Observa el vuelo de la alondra
Escucha cantar a tu amado jilguero,
la fragancia del romero
la flor de lavanda inunda el campo entero.

Hay esta tu redención, la plegaria 
la culpa de ser madera,
ya solo ensombrecerás corazones de ausencia.











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